Associació per l'estudi i la difusió de la psicoanàlisi d'orientació lacaniana, fundada per Cecilia Hoffman. Quadern de bitàcola




sábado, 29 de abril de 2023



¿Todo el mundo delira? ¿Por qué, en qué sentido?

ALÍN SALOM

Mientras el nuevo discurso de la hipermodernidad dice que “nadie está loco”, el discurso psicoanalítico afirma más bien: “todo el mundo está loco”. Más aún, “todo el mundo delira”. ¿Qué es un delirio? Y ¿por qué se puede afirmar que todo el mundo delira? Esas son las preguntas que vamos a plantear.

FREUD: La pérdida de la realidad en la neurosis y en la psicosis

En un artículo tardío (1924), “La pérdida de la realidad en la neurosis y la psicosis”, Freud comienza al principio por establecer la diferencia entre neurosis y psicosis con nitidez; acaba, sin embargo, al final del artículo, acercando las dos estructuras psíquicas. En el punto de partida, neurosis y psicosis son diferentes, porque en la psicosis hay pérdida de la realidad (Freud dice que el sujeto se retrae de la realidad); en cambio en la neurosis parecería de entrada que no hay pérdida de la realidad: el yo solo reprime una moción libidinal. Además, en la psicosis hay una sustitución de realidad, creación de una realidad sustitutiva que no tendría lugar en la neurosis. Por ejemplo, en el caso de Elisabeth von R., ella está enamorada de su cuñado. Muere su hermana. Ella piensa, ante el lecho mortuorio de su hermana que ahora sí que ella podría casarse con su cuñado. El pensamiento le es tan intolerable que lo reprime. Ahí arranca toda la sintomatología. Si Elisabeth von R. hubiera sido psicótica, dice Freud, habría negado la muerte de la hermana. Hubiera tenido que crear una realidad sustitutiva: tendría delirios, alucinaciones, recuerdos falsos, etc.

Ahora bien, ambos mecanismos de defensa –la forclusión en la psicosis, la represión en la neurosis– se realizan con un coste brutal: aparece mucha angustia en ambas estructuras clínicas. Y ambas defensas fracasan parcialmente: lo rechazado tiende a retornar. Ahí recalca Freud la similitud entre las dos estructuras. Más aún, Freud dice al final del artículo que “tampoco en la neurosis faltan tentativas de sustituir la realidad indeseada por otra más conforme a los deseos del sujeto”1. El sujeto neurótico deforma la realidad notablemente. La diferencia es, en el fondo, solo cuantitativa.


LACAN: “Todo el mundo es delirante”

Lacan dice en un texto del 79: “todo es sueño, y […] todo el mundo está loco, es decir, es delirante”2. Antes de Lacan el delirio nunca se había considerado como universal. A la idea de que hay un delirio generalizado y que todo el mundo delira Lacan llega cuando comienza a utilizar el modelo borromeo de la psique, o sea, cuando va más allá del modelo estructuralista que distinguía radicalmente entre tres estructuras clínicas estancas: psicosis, neurosis y perversión.

¿Por qué “todo el mundo es delirante”? Deffieux lo explica del modo siguiente: “Todo el mundo es delirante, porque todo sujeto está irremediablemente separado de lo real por el lenguaje.”3 O sea, el parlêtre introduce el lenguaje, inyecta sentido, convirtiendo parte de lo real en realidad, pero siempre hay un resto (irreductible). Hay cosas que no se pueden simbolizar, no se pueden capturar con el lenguaje: la muerte, la no relación sexual, la mujer… Es decir, es el propio lenguaje el que genera, al operar, ese resto, esa forclusión generalizada. Y, en el fondo, la “realidad” fabricada a partir del lenguaje es siempre un delirio que quiere sustituirse a lo real.

Por tanto, es necesario distinguir entre dos forclusiones: una forclusión generalizada a partir del lenguaje y una forclusión restringida, limitada al NdP (o sea, la ausencia de Edipo), que da lugar a la psicosis. Deffieux dice que, en la ultimísima enseñanza de Lacan, lo real va cobrando cada vez más relieve. Y queda claro que el Edipo no soluciona el problema real; es muy enfermizo.

En todo caso caso, cada sujeto tiene que hacer su invención particular, su propio bricolaje para sostenerse en la existencia. Cada uno tiene que defenderse de lo real con su propio anudamiento RSI singular. Deffieux dice: El bricolaje es del orden del semblante, un mixto de lo simbólico y lo imaginario; y todo semblante es del orden del delirio. Por eso Lacan dice: todo el mundo delira.

Para entender esta afirmación también podemos ir a un comentario claro de Lacan, en el Seminario 16:

Todo el mundo está en su mundo, cada uno tironeado, cuando no tiranizado, entre la universalización de los significantes y la particularización de las formas de goce. Se trata, sí, de una locura que siendo universal no es lo que se distingue clínicamente como la psicosis, sino el delirio que comienza ya con la palabra, con el saber, con la verdad que tiene estructura de ficción.”4

Tomemos buena nota: “El delirio comienza ya con la palabra”. “Con el saber”. “Con la verdad”. La cual “tiene estructura de ficción”. La verdad es siempre un cuento. En el Seminario 24, L’insu, Lacan dice que hasta el psicoanálisis es un delirio5. En definitiva, ningún discurso goza de garantía.

Entonces la pregunta que me he planteado es: pero ¿qué es exactamente un delirio? ¿Qué es un delirio? Fui a consultar La lógica del delirio de Maleval6.

MALEVAL: La lógica del delirio

Delirio viene etimológicamente de delirare: salirse del surco, extraviarse (CNTRL).

La psiquiatría ha intentado describir el delirio tanto desde el punto de vista del contenido como desde el punto de vista formal. Desde el punto de vista del contenido, el delirio es una construcción intelectual no conforme a la realidad, inverosímil. Desde el punto de vista formal, la característica fundamental del delirio es que el sujeto aporta una creencia inquebrantable. Certeza de hormigón. El delirante es totalmente impermeable a las refutaciones tanto de la experiencia como de la lógica. Lo que es interesante es que es imposible quedarse con la definición del delirio como un pensamiento “no conforme a la realidad”, “inverosímil”. Es una ingenuidad. Existen delirios que reposan sobre una idea verdadera: la pareja de un delirante celoso puede ser infiel de verdad; el paranoico perseguido puede haber sido perseguido realmente (Rousseau, por ejemplo6). Además, con ese criterio, las obsesiones y las fobias deberían ser consideradas como delirantes. Y lo son delirantes, en cierto sentido.

Otras veces la psiquiatría habla de “desviación de una norma cultural”. Pero es un criterio muy poco serio. Si solo se trata de “norma cultural” para definir la realidad, casi que queda justificada la despatologización exigida por la postmodernidad. Al fin y al cabo, la norma cultural no es sagrada, los individuos tienen derecho a desviarse.

Maleval dice: “No debe vacilarse en afirmar que no existe un criterio decisivo para caracterizar una idea delirante”7. No hay idea delirante en sí; hay sujetos delirantes, afirma. Maleval da muchos ejemplos. La misma idea que en un siglo es considerada como sana e incluso sabia, es considerada como delirante en otro siglo. Por ejemplo, Cicerón, gran filósofo, estaba convencido de leer el porvenir en las vísceras de los animales. Aunque tuviera una idea delirante, no era un sujeto delirante. Maleval señala que incluso en la ciencia surgen a veces ideas delirantes: la lingüística de Marr7 o la biología de Lysenko8.

Maleval señala también que hay tendencia a pensar la psicosis del lado del déficit, de la debilidad. Es un error. Hay que invertir la perspectiva. No hay déficit, debilidad intelectual en el delirio. “El delirio es compatible con el ejercicio de las más altas facultades de la conciencia”. Rousseau escribió sus mejores obras en pleno período de delirio paranoico. John Nash fue un excelente matemático, premio Nobel de economía en 1994, a pesar de sus brotes psicóticos. Su vida ha sido relatada en la película A beautiful mind, Una mente prodigiosa. Maleval insiste en que un sujeto delirante puede ejercer toda clase de actividades profesionales. También está el ejemplo del gran matemático Bolyai. Descubrió la primera geometría no-euclidiana mientras, al mismo tiempo, elaboraba “una doctrina de la salvación universal” mediante una lengua perfecta.

O sea, la clave del delirio no está en el contenido del delirio sino en la forma. El delirio tiene dos características: (a) convicción inquebrantable; (b) pensamiento xenopático. ¿Qué es el pensamiento xenopático? Es un pensamiento en el que el sujeto no reconoce como propios y personales ciertos sentimientos, pensamientos, representaciones. Piensa que son producto de una acción exterior. Cecilia Hoffman nos había dado el ejemplo siguiente. El niño neurótico diría: “tengo ganas de ir al zoo a ver a los elefantes”; en cambio, el niño psicótico dirá que los elefantes lo llaman.

El delirio psicótico no es meramente una cuestión de saber; además fija el goce. Maleval insiste en la idea freudiana de que el delirio (psicótico) es una tentativa de curación, o sea, es “autoterapéutico”. No se debe pretender suprimir de una manera demasiado activa”; eso llevaría al sujeto a la depresión o al pasaje al acto. Hay que acoger y respetar el trabajo subjetivo en acción en el delirio. No es que se trate de favorecer las construcciones del delirio, ni delirar junto al paciente –al estilo de la antipsiquiatría o el surrealismo–. Más bien, hay que orientar el trabajo defensivo hacia formas lo menos autodestructivas como sea posible. Y hay que entender que hay formas crónicas del delirio.

Maleval intenta establecer las diferencias entre delirio psicótico y el delirio neurótico al que da el nombre de delirium. Señala que se ve, en la clínica actual, deliriums neuróticos en grandes histerias, mal diagnosticadas como esquizofrenias. Podríamos sintetizar las diferencias en el cuadro siguiente:


DELIRIO PSICÓTICO – WAHN


DELIRIUM NEURÓTICO - DELIRIUM

Ideaciones sistemáticas.

Un proceso de significantización.



No hay una ideación sistemática, ni una significantización. El sujeto queda cautivo de experiencias de un imaginario desenfrenado.

Aparecen construcciones oníricas invasivas- pesadillas diurnas. Cuadro confusional.

[Viñeta clínica: sujeto histérico que entra en crisis de angustia por “pensamientos intrusivos” donde a veces se ve violado, otras veces se ve violando]

No hay significación fálica. El objeto a se pone a pulular. Invade la neorealidad delirante.


El delirium queda enmarcado en la significación fálica. En todo caso hay una presentificación fálica angustiosa.

Delirio menos impresionante para el clínico

El delirium resulta mucho más impresionante, más dramático para el clínico (gritos de terror, angustia paroxística)

Certeza

Suposición

Neologismos (se percibe claramente que inicialmente un elemento de la cadena significante, una palabra, se ha desconectado, ha perdido su significado, lo cual genera perplejidad y angustia en el sujeto)

No hay neologismos

Empuje a la mujer.

No hay empuje a la mujer.

Muerte del sujeto.

No hay muerte del sujeto.

El delirio psicótico es un intento de curación.

El enfermo imagina una explicación racional de sus fenómenos elementales, sufrimientos, inquietudes… encuentra la fórmula de su delirio.

El delirium neurótico no es un intento de curación.

Retorno de lo forcluido está en los fenómenos elementales. (Ej. el hombre de los lobos:

alucinación de una mutilación.)

Pasajes al acto (ej. Van Gogh).

Retorno de lo reprimido originario, que suscita una vacilación del fantasma.

Desgarradura del fantasma que ya no contiene el goce; no protege del goce del Otro. Sentimiento de despersonalización.


Es importante distinguir entre delirio y delirium, porque cambia la orientación de la cura. En el caso del delirium, en un primer tiempo solo hay que mitigar el goce del Otro, esperar que se apacigüe. En un segundo tiempo, el delirium permite una construcción del fantasma, para que cumpla con su función defensiva respecto al deseo del Otro. En el caso del delirio psicótico, conviene no precipitarse a deconstruir el delirio, lo cual puede llevar a un pasaje al acto, a la melancolización, a fenómenos elementales, alucinaciones, etc. Hay que escuchar con benevolencia el delirio, intentar mitigar, regular el goce del Otro, y dejar al sujeto la posibilidad de elaborar una solución original a sus dificultades. A veces el delirio va encogiéndose hasta desaparecer cuando el sujeto consigue elaborar una suplencia9. Otras veces, el sujeto conserva el delirio; entonces hay que intentar hacerlo compatible con la vida social. En todo caso, lo importante es no construir la cura en función de ideales normativos.

En definitiva, “todo el mundo delira” no quiere decir que no haya diferencia entre una psicosis o una neurosis desencadenadas y una psicosis o neurosis ordinarias. Sería una frivolidad pensar así. Hay muchas psicosis y neurosis estabilizadas con sus suplencias, sus compensaciones, sus sinthomes. Como dice Schejtman, somos “borromeos polisinthomados”10. O sea: No es lo mismo un delirio con el que se puede vivir, sostener los lazos sociales, “compatible con la vida social”, que un delirio con el cual el sujeto queda ingresado de por vida. Todo el mundo delira, pero no hay que frivolizar tampoco confundiendo delirios y delirios. Lo que no se debe hacer es una clínica de amo.

Notas

Obras Completas, Madrid, Biblioteca Nueva, 1982, vol. III, p. 2747. Freud ya había dicho en Tótem y tabú que “una histeria es una caricatura de una obra de arte, que una neurosis obsesiva es una caricatura de una religión y que un delirio paranoico es una caricatura de un sistema filosófico deformado. Tales deformaciones se explican en último análisis por el hecho de que las neurosis son formaciones asociales que intentan realizar con medios particulares lo que la sociedad realiza por medio del esfuerzo colectivo.” O.C., op. cit., vol. II, p. 1794.

2 “Lacan a favor de Vincennes”, Ornicar?, n.º 17-18, 1979, p. 278.

3 Deffieux, Jean-Pierre, Hebdo-Blog (de la ECF y la ACF), n.º 204, 17 de mayo de 2020.

4 Lacan, Jacques. El Seminario, libro 16, De un Otro al otro, Buenos Aires, Paidós, 2008, p. 176.

5 Clase del 19 de abril de 1977.

6 Maleval, La logique du délire, Rennes, Presses Universitaires de Rennes, 2011.

7 Rousseau tuvo ideas de persecución que se desarrollaron entre los 40 y 45 años, y duraron hasta su muerte, a los 66 años. Llegó poco a poco a la convicción de que había una liga universal actuando en su contra. Terminó por creerse permanentemente rodeado de trampas, y para escapar de ellas se convirtió en «viajero perpetuo». Creía que sus amigos, que intentaban ayudarle, lo perseguían. Sus dotes intelectuales se mantuvieron incólumes; algunas de sus obras maestras datan del periodo inicial de la psicosis, y otras del terminal. Pero este delirio no se acompañó de reacciones agresivas: la huida, la búsqueda de la soledad fueron sus medios habituales de defensa; sólo protestaba mediante cartas, a veces muy mordaces, o también con «circulares breves» contra las acusaciones de las que se creía objeto. Para justificarse escribió las Confesiones. Tuvo, esporádicamente, paroxismos de agitación e ideas de suicidio; terminó en un estado de completa resignación, desesperanzado incluso respecto al juicio que mereciera de la posteridad.

8 Marr fue un lingüista georgiano-ruso. Tenía toda una teoría delirante sobre el origen de las lenguas. Sostenía que todas las lenguas del mundo se reducen a cuatro elementos, cuatro exclamaciones difusas: sal, ber, yon, y rosh. Que existieron lenguas jaféticas antes de la llegada de las lenguas indoeuropeas. Decía que el etrusco, el euskera y los idiomas caucásicos tenían un origen común. Y que las lenguas modernas tenderían a fundirse en una sola lengua en la socie-dad comunista debido precisamente a que la meta del comunismo era la supresión de las clases sociales y las variantes idiomáticas dependían realmente del estrato social del sujeto. El marrismo fue apoyado inicialmente por Stalin; luego tuvo que ser abandonado.

9 El biólogo soviético Lisenko no aceptaba la teoría genética, porque pensaba que la idea de la herencia genética era burguesa. Afirmó que la adaptación al medio se transmitía de generación en generación y determinaba la evolución. A pesar de ser un delirio, esta biología tuvo éxito en la URSS, porque levantaba el ánimo de los campesinos, haciéndolos sentirse partícipes y responsables del gran experimento revolucionario soviético con el que iban a mejorar las especies.

10 No obstante, otros teóricos afirman que el delirio psicótico nunca cede del todo; solo queda enmarcado, contenido (Guy Briole, comunicación personal).

11 Schejtman, F., “Clínica nodal, fallas y reparaciones…”, Entrevista realizada por Sebastián Llaneza al Dr. F. Schejtman, Revista Conclusiones analíticas, n.º 3, 2016, p. 107. Disponible on-line





 El Inconsciente Freudiano y la Una-Equivocación , de Lacan.

Patricia Montozzi

En el seminario 23, pag 153- Lacan comenta: “la instancia del saber que Freud renueva, quiero decir innova, con la forma del inconsciente, no supone en absoluto obligatoriamente lo real del que me sirvo”[3]. De esta declaración se supone que la teoría Freudiana de lo inconsciente no supone lo Real y que es la respuesta sintomática de Lacan al inconsciente Freudiano. Ahí se trata de quitar a ese término toda pretensión a lo universal, reducirlo al síntoma del Uno-completamente-solo.” Miller, Texto de Clausura del Congreso , París,2022.

La época Freudiana estaba signada por la Represión. La actual se caracteriza por la forclusión generaliza de lo simbólico, el signo de esto es lo ilimitado de la figura del goce . Lacan habla de este rechazo generalizado, es el rechazo del inc , de las cosas del amor , de la castración que nos lleva a la figura “Yo soy lo que digo”.

Es un inc nuevo no pensado no a partir de la conciencia o del ppio de realidad Freudiano es un inc nombrado como el ser-hablante o cuerpo hablante.( es un cuerpo afectado de goces que hay que tratar para alcanzar algún resto de Real e independizarlo de las cuestiones imaginarias aunque esté sostenido en ellas. Sabemos que no hay curación definitiva, este Real este resto estará .El inc de la una -equivocación es el inc agujero ( agujero de la no relación sexual)

En el seminario 24 Lacan, vuelve a la figura topológica del toro. Ya no, tomando los redondeles de cuerda ( Sem,23). Por qué el toro..? Porque será una figura que le permitirá hacer otras operaciones como cortes, empalmes , agujerear y reversiones entre otras. De esta manera convierte a los redondeles de cuerda en toros. R/S/I en toros.

Que nos dice el título del sem 24, - el fracaso de un desliz es el amor- -” Este año intento introducir algo que va más lejos que el inconsciente, al menos el inc .Freudiano”. El ombevost ( inc en alemán) nombre del inc Freudiano. En cambio el un-beviue- evoca un traspié/ en desliz/ un equívoco. Intenta ubicar en el seminario el fracaso del psicoanálisis basado precisamente vía el amor, el excesivo amor a la verdad y al inc como lugar de verdad; revisará la cura por el sentido.

Lacan juega con la homofonía, en francés a mourre ; no es amor; a mourre es un juego que se practica desde la antigüedad en la franja mediterránea (nombrado en la Ilíada) lo más parecido que tenemos en papel/piedra/tijeras.

En la primera clase de l” Insu (16/11/1976) después de breves comentarios sobre el título que ya he comentado , Lacan menciona las tres identificaciones freudianas y dirá que –también – para él hay tres , aunque no corresponda exactamente con la Freudiana. Identificación al padre- al rasgo unario y la identificación histérica.

No se detiene demasiado en ellas pero las menciona paralelamente a su presentación de las posibles operaciones de reversión sobre uno o más de un toro.

Propondrá la idea del contra-análisis, ( en una de sus operaciones de reversión) R e I envueltos en S se pierden , pierden su naturaleza borromea, con esta orientación, dirá ,que un análisis conducido sólo por el sentido no desemboca en una subjetividad borromea. – El contra sentido es hacer un corte en el toro S para librar a los otros dos. ( con el efecto de poesía lo podemos pensar mejor).

No se trata de plantear una paradoja entre el sentido y el sin sentido, hay que pasar por el primero y luego hacer un cambio de trayecto al sinsentido, es preciso pasar por el sentido para alcanzarlo en su límite .

En esta clase 2, también plantea en pregunta lo Real o verdadero? “ Todo sucede a este nivel tentativo , como si fueran sinónimos. Lo verdadero nada tiene que ver con lo Real, si se mantiene girando en torno de la verdad en el plano de la palabra , no saldremos del circuito de la religión, el psicoanálisis se convertiría, en una forma moderna de fe. Luego afirma que no hay progreso en un psicoanálisis( tourner de rond) girar en redondo, no paramos de girar en torno a un agujero que Lacan lo sitúa en el campo del otro del lenguaje.

La una –equivocación- Schejtman. F. pag 122 , nos dirá acerca del Seminario 24,” En este seminario el inc deviene la una- equivocación, sabemos que lo traduce de la voz alemana ombevost- pero en francés es en- veviu- es algo que va más lejos del inconsciente –cadena-ste. Y lo que subraya de este inc. es justamente, la patinada, el desliz, el tropiezo… el lapsus mismo. Así, si a lo que falla del nudo, el inc –cadena le proporciona re-anudamiento , en la una equivocación antes del tratamiento de lo que falla , es la falla como tal. Pag 124 . Así la intervención de la una-equivocación produciría reducción de la fijeza homeostática , lejos de operar como inc intérprete , pontificando el sentido, la una equivocación haría witz del sinthome aflojando el encadenamiento que estabiliza y adormece. Sería ésta otra vía para retomar la interpretación propia del inc .Real., si lo fuera , es la que quería Lacan para el psicoanalista y que se sostendría de la poesía, pero también del chiste y en lugar ,del adormecimiento que aporta el S2,entregaría algún Ste nuevo, Uno que no tendría ninguna especie de sentido.”

Tenemos entonces una forma de contrapunto entre la una equivocación y el inc. concebido como concatenación. La una equivocación se distingue así del inc cadena,( que anuda vía asociación y producción de sentido), como el inc que desanuda ( o hace destello) se trataría de un inc más- enloquecedor al contrario de lo adormecedor.

La lógica del UNO.. En la clase del 08/03 Lacan dirá “ pese a todo hay que agarrarse de alguna parte y esta lógica del Uno es lo que nos queda como –existencia “ vale decir como lo más cercano a la falta de sentido , lo real exige esa referencia mínima al Uno.

Miller, Ultimísimo Lacan, p152 “ El S1 , justamente porque tiene el sentido del Uno , implica, aguarda, pide un S2, pero sabiendo al mismo tiempo que no vendrá”. Así lo Real encuentra un mínimo de orientación en el Uno pero un Uno capturado sin el Otro.

El efecto de poesía.

En la clase del 17 de mayo 1977, Lacan ofrece una precisión de cómo opera este fracaso / en la reducción del síntoma: Evocará el efecto de la poesía y también el efecto del chiste. ..que producirían este nuevo significante- mejor dicho este nuevo uso del significante- que no tuviera ninguna especie de sentido, como lo que podríamos esperar de un análisis .

Que condujo a Lacan a privilegiar la palabra poética, en cuanto a partir de ella podría esperarse una operación de agujereado, que no fuera de sentido. Es el encuentro con F. Cheng quien en febrero del 1977 publica –la escritura poética china- envía a Lacan un ejemplar. Ya se conocían de antes. Hay un prolifero intercambio entre ellos que acaba con una estancia de el poeta en la casa de campo de Lacan donde trabajan sobre un poema que es; El pabellón de la grulla amarilla- ( libro publicado por, Ed pre-textos).A Lacan le llama poderosamente la atención la noción de –vacío mediano- o vacío intermedio- : que es un soplo inusitado , hecho de cosas inesperadas ,sorprendentes.

Este recurso provoca una forma de –vacío- de la cual Lacan se interesa. Ejem: sería introducir una palabra sin sentido alguno, o poner una palabra cualquiera en lugar de un verbo, suprimir los pronombres personales etc. Era preciso para Lacan hacer resonar otra cosa que el sentido, la poesía es hacer resonar al cuerpo con la palabra- De eso se trata el nuevo uso del significante. Está el efecto del sentido pero ahora él propone el efecto de agujero. Hay con esto un desplazamiento del trabajo con la metonimia del deseo a la metonimia del goce, en esta última modalidad de clínica ( Lacan) no apunta tanto a producir un afecto sobre el deseo sino sobre la repetición de los Unos de goce del goce que anida en el síntoma .

En una clase anterior, 10 de mayo Lacan interroga sobre el estatuto del analista y la interpretación que corre a su cargo, es este contexto es cuando dice por primera vez que él no es suficientemente poeta .


Bibliografía:

J. Lacan, seminario 24. Inédito.

Rithée Cevasco,-Jorge Chapuis  “ Paso a Paso , 3” Sociedad & psicoanálisis.

F. Schejtman.” Ensayos de clínica psicoanalítica nodal”. Grama.