Associació per l'estudi i la difusió de la psicoanàlisi d'orientació lacaniana, fundada per Cecilia Hoffman. Quadern de bitàcola




domingo, 27 de noviembre de 2022

TALLER DE LECTURA . Viernes 25 de noviembre

 


PRESENTACIÓN,

Los dos textos apuntan a la clínica con niños en el siglo XXI, poniendo de relieve los efectos, en ella, de la coyuntura social, económica y política actual. Situando las características de lo humano en el siglo XXI. Las características destacadas, que ya venimos leyendo en varios autores, son los efectos de la ciencia, la tecnología y el neoliberalismo, en lo humano. La ilusión de una cierta omnipotencia, superando los límites de la naturaleza y el acceso a multitud de objetos taponando la falta primordial del acceso a la subjetivación, la separación de objeto. Podríamos pensar que, esta coyuntura, tiene el efecto de un delirio, los malestares de la existencia humana en sí mismos eludidos, la ilusión del todo sin fin, cada cual con su objeto. Una sociedad caracterizada por la oferta de los objetos sin fin, la democratización de los derechos y la evanescencia de lo simbólico. El Cada Uno con su estilo de vida, podríamos pensar que nos lleva a un recorrido de la despatologización al trastorno.

Eric Laurent apunta al lugar que ocupa el niño en el deseo del Otro, y a partir de las características de la época , las singularidades de los sujetos, padres y niños. Propone una intervención a partir de los paradigmas del goce.

Daniel Roy apunta a como la familia ha pasado de ser una institución que garantizaba una inscripción previa en lo social para el sujeto humano, a ser una institución que sufre en su interior la crisis misma de lo simbólico, característica de la época actual. Nos habla de los efectos de esto en la clínica y su propuesta de intervención des del psicoanálisis lacaniano.

En este contexto hay que pensar el discurso del psicoanálisis



  • ¿Es posible el psicoanálisis en el momento actual? ¿Qué características tiene?

  • ¿Cómo podemos pensar la formación del analista hoy?

  • ¿Qué efectos tiene el contexto de época en la subjetividad y como tenerlos en cuenta en la práctica del psicoanálisis lacaniano con niños?

Estas lecturas estarán acompañadas de un caso clínico a fin de tener elementos de la clínica que nos ayuden a pensar dichas cuestiones.



D. Roy." Artículo padres exasperados -niños terribles. 7ª Jornada del Inst. del niño.



El texto parte de una pregunta que ira desmenuzado para poderla responder a lo largo del mismo: ¿Está fundada, sí o no, esta relación del niño con los padres? Lacan, a final de su enseñanza 1976

En nuestra práctica llega un sujeto con un síntoma, un síntoma del que sufre. Entendemos el síntoma como una defensa y cabe preguntarse sobre los síntomas y las defensas actuales.

Esta pregunta es calve, ¿es una relación? O hay algo que queda excluido, que no cierra esa relación y la funda en ese punto. En todo caso, ¿Qué la funda y cómo se funda? Qué hay de universal y atemporal y que de coyuntural, de época. Pregunta clave para orientar la práctica.

Roy ejemplariza los significantes que nominan la relación de muchos padres con sus hijos hoy, esos padres exasperados y esos niños terribles. Del lado de los niños… “niño que no escucha, no obedece” “de lado de los padres...”no lo puedo manejar” “no me hace caso”. Nombra el tipo de relación que hay entre padres e hijos, “… instituye una relación directa y no mediatizada entre el niño y los padres, en la medida que estos significantes efectúan una captura masiva de los cuerpos presentes, y concentran la atención y la libido de todos.”. Una condensación insoportable. No está en crisis la familia, es la crisis la que está en el centro de la institución familiar, crisis de las estructuras y las funciones simbólicas. “El niño terrible como condensador de goce para cada uno.”.

Familias y transmisiones

La familia como una formación humana que inscribe al sujeto en lo humano, en tanto que ser hablante. Un marco en el que se producen dos operaciones separación de objeto e inscripción en el lenguaje. Una transmisión de condiciones de goce.

Daniel Roy nos habla del “enigma de esta transmisión que está en el centro de esta formación humana” y cómo la institución familiar ha ido cambiando a lo largo del tiempo pero como mantiene lo irreductible, como un resto.

Familia patriarcal, familia conyugal y familia del s. XXI.

Parte de la familia patriarcal, desaparecida en el siglo XIX, junto con las condiciones socioeconómicas que la acompañaban. Los complejos familiares de Lacan, 1938. Esta modalidad estaba caracterizada por la trasmisión del nombre, el lugar, ello sustentado por la autoridad que regulaba la estructuración de lo simbólico, previo al nacimiento del sujeto. Este llegaba a un lugar que ciertamente lo inscribía, y la familia era una institución que instituía en unas condiciones claramente asignadas, condiciones de goce y nominación.

La institución familiar se transformo durante el s.XX de forma más acelerada, la familia matrimonial, conyugal que Lacan describe en la Nota sobre el niño1969.Lo que funda la familia es el matrimonio como institución. “La función de residuo que sostiene (y al mismo tiempo mantiene) la familia conyugal en la evolución de las sociedades pone de relieve lo irreductible de una transmisión [...] que conlleva una constitución subjetiva, lo que implica la relación con un deseo que no sea anónimo” …”Se produce un cambio de eje de la función significante vinculada con el termino familia” Lo irreductible de una transmisión, en este caso, solo vinculada por los significantes, que sostienen un deseo encarnado; ya sea por la falta, DM deseo de la madre en tanto que mujer o per la nominación , los significantes que sostiene el NP, es así como el cuerpo organismo se constituye en un sujeto humano. Se produce una atomización de la institución, no se simplifica, se concentra. Este punto es importante en la medida que pone de manifiesto la esencia, el enigma de la transmisión, la transmisión que constituye al sujeto. Aquello que la función significante de la familia que instituye al sujeto. La función significante tiene que ver con la falta en ser y la respuesta propuesta. La función significante implica la función simbólica de la familia. El significante que falta. En este punto se encuentra lo que vincula y separa a la vez, en esta relación de la madre y el padre con los hijos

La respuesta subjetiva armónica está condenada, por lo imposible de equiparar necesidad y demanda. Toda demanda está más allá de la necesidad, toda demanda es una demanda de amor. Entre necesidad y demanda se sitúa el deseo del sujeto. Esto es universal y atemporal, en tanto que lo que nos funda como sujetos es que hablamos, el significante sostiene el goce y el deseo.

La familia del s.XXI se caracteriza por los efectos de un nuevo giro en las condiciones socioeconómicas de finales del s. XX y principios del s.XXI. La ciencia, la tecnología y el neoliberalismo feroz desarrollado a partir del proceso de globalización han tenido grandes efectos en las estructuras y producciones simbólicas de nuestra cultura. Los abundantes objetos de goce se nos presentan en relación directa con nuestro cuerpo, instaurando un “Plus-de-gozar” como una “autoridad que gobierna el ideal” . Retomemos, la familia función de inscripción en lo humano y la consiguiente constitución subjetiva, la relación con las condiciones de goce por la separación de objeto y la inscripción en la estructura del lenguaje, la relación con la función significante de la familia. Daniel Roy retoma aquí el concepto de malentendido en la “comunicación” humana como estructural, partiendo del texto de Lacan “El malentendido” 1980. “Dos hablantes que no hablan la misma lengua. Dos que se conjuran para la reproducción, pero de un mal entendido cabal. Quienes al dar vida transmiten ese malentendido. Se trata de un malentendido relacionado con el goce y que enraíza en “el farfullar de los ascendientes” del cual forma parte el nuevo cuerpo hablante. El anuncio del nacimiento es ese balbuceo en el que se aloja el goce, mal-entendido de estructura.” Aquí ya nos presenta las nuevas condiciones de transmisión, retomando lo universal y el contexto. Lo universal la transmisión de una modalidad de goce y lo imposible del significante, el significante que falta o lo que le falta al significante, que asegura el malentendido y el contexto del farfullar del uso de los significantes y los Otros primordiales como seres hablantes despojados de otras funciones simbólicas. En este marco del todo, por retomar un concepto que venimos compartiendo, la función significante de la familia, lo imposible, la falta… aquello que da paso al deseo, queda fragilizada, ese lugar donde el hijo puede estructurar subjetivamente la transmisión de goce. “Lo real del goce viene así “a imprimirse” des de abajo en la trama del discurso, y va a dar una nueva prespectiva al síntoma, la de un real irreductible entre padres e hijos que los une y los separa, “en un punto de eso no se habla”, presente en cada familia.”

Familias disfuncionales

¿Está fundada, sí o no, esta relación del niño con los padres? ¿Cómo está fundada la relación de los padres con los hijos?

Daniel Roy nos dice que se da un “Cambio en el eje de la función significante de la familia”. Función de la familia, la de transmitir un marco de lo real en juego, en el cuerpo, función de goce; función simbólica, la transmisión de la función significante como un imposible en el decir por el lado de la transmisión de un malentendido, ¿Qué quiere el Otro? ES un malentendido, y en este contexto el predominio de la función imaginaria. Hablantes e hijos los une el goce y los separa el significante por estructura. Ese significante, que es un malentendido, captura el goce que está en juego, que sostiene el goce y el deseo. Entonces en el siglo XXI lo que se presenta como una disfunción, es lafunción misma de la institución familiar. La familia residual actual, lo que tienen en común hijos y seres hablantes reproductores, la disfunción es el punto de encuentro entre el goce de cada uno, los progenitores, uno por uno y el nuevo ser constituyéndose en ese encuentro, sostenido por un malentendido balbuceado. Esa es la función fundante de la familia, con las características de época. El contexto actual pone de manifiesto el hecho de que la familia, ya no sea una significante que antemano que supone una inscripción en lo simbólico, esto nos permite avanzar en la función irreductible de la familia. “Esta inscripción , de la familia ( en lo simbólico) es lo que retorna a cada uno de los seres hablantes, en la medida en que hace existir o no la función significante de la familia donde se impone la función de goce, siendo que esta disfunción, pone a menudo en primer plano la función imaginaria de la familia”

D. Roy apunta aquí al hecho que el lugar del niño en el discurso amo captura ese niño terrible, personificador del goce o el niño como personificador del ideal del yo. En ambos casos hay una captura asfixiante, testimonia la no separación del objeto de goce que permite la función significante de la familia. Este malestar lleva a muchas familias hacer una demanda de ayuda en la función parental o a hacer un pedido, una explicación de lo que le pasa al niño, demanda de ayuda para la rehabilitación cognitiva y conductual. Hace una crítica a las respuestas seudocientíficas des de la misma estructura del amo. Estos lugares totalitarios para el niño en la economía libidinal de los padres, entre el niño objeto=niño terrible y el niño falo=ideal del yo, arrastran a los padres e hijos a una situación sin salida, enquistando los síntomas. “Esta división impacta a una mujer o a un hombre cuando se convierten en “padre” o “madre” La misma va a exacerbar en cada uno de ellos la tensión entre plusvalía vislumbrada por el acceso a estos significantes amos y el efecto de castración , que a su vez se registra como perdida o bien como falta” La mujer y el hombre son sujetos ya divididos, desde el inició de su propia vida. En esta posición no opera la función significante, lo simbólico, la palabra singular para cada padre que permitiría una propuesta singular para hacer con eso, la falta en ser. Las respuestas estandarizadas se convierten en amos sin orientación, dejando a los sujetos sin recursos propios singulares sobre un saber hacer con el goce y el deseo encarnado en juego, “alienación a los significantes amos que ocultan el deseo y el goce en juego para cada uno de los partenaires”.

El trabajo del analista apunta hacer surgir esos significantes particulares en juego, que orientan a cada sujeto en su ser. “Se trata.. de la posibilidad de que un niño descifre las coordenadas del lugar que ocupa para sus padres como causa de deseo y como desecho de sus goces. El niño efectúa este desciframiento con los significantes que toma, y que adquieren el valor singular del goce pulsional que los lastra.”

Familias equivocadas

Recogiendo todo lo expuesto Daniel Roy parte de que si bien la familia universal instituyente ya no existe, “no hay ser hablante que no pertenezca a una familia” y es a partir de este punto que sitúa la intervención, la familia a partir del NO TODO. A partir de ahí buscar los arreglos con la vida de cada uno. NO-TODO abre la posibilidad a lo posible. Un nuevo giro de la pulsión de muerte a la pulsión de vida.

D. Roy propone seguir la orientación de J. A. Miller en piezas Sueltas, 2005, sobre como pensar la continuidad del psicoanálisis en la “época aligerada” “Allí sostiene que ante el “dominio aligerado” que pretende reducir al sujeto de su particularidad a una universalidad “ el psicoanálisis no tiene por qué entrar en “esas competiciones en cuanto al poder terapéutico” en la medida que siguiendo a Lacan, es el único que tiene en cuenta el lugar del objeto a, como causa de deseo y como plus-de-goza, pero también como consistencia lógica, como real que proviene de lo simbólico.”

El dispositivo analítico como un aparato de descifrar los S1, significantes amos que encarnan el goce, la caída de los mismos hace legible su historia en un proceso de simbolización. En la familia actual lo real está en primer plano, y aparece el poder angustiante del objeto a, “esta presencia no reconocida , que habita en el síntoma del niño terrible(presencia del objeto a)”. El mismo como objeto para los padres, sin separación, es terriblemente angustiante, mortífero, sin salida. Por el lado de los padres , la pregunta sobre el síntoma de la pareja, interrogar a cada padre sobre la verdad de la pareja: ¿Qué hace pareja? ¿Cómo opera el deseo en la pareja? ¿Qué lugar viene a ocupar ese niño terrible en la pareja? ¿Qué revela el síntoma del niño?

Pero Daniel Roy también apunta que no siempre se encuentra la posibilidad de la dialéctica del la significación a partir de los S1, hay casos en los que en el centro mismo de la relación entre estos niños terribles y sus padres exasperados de encuentra un goce sin anudar al S1 que lo vuelve legible, en esos casos hay que respetar el limite, solo, puede permanecer como “carta velada”, sin tener que reducirlo, anularlo ni interpretarlo. Tenemos que tener en cuenta la economía del goce de cada familia.

En este sentido introduce, a partir del seminario 24 de Lacan, un concepto que nos permite cernir a un más la intervención, una- equivocación, y lo equipara a la constitución del inconsciente mismo, al rasgo unario. Una equivocación como un tropiezo, un traspié, un deslizamiento de una palabra a la otra, donde se produce un traspié. … “lo único que hace Uno en un mundo donde “todos no tienen ningún rasgo en común” El único rasgo en común es el de estar marcados por una- equivocación”.

. D Roy nos propone la intervención del analista como tomar a cargo “el “trastorno” (como) un rasgo de una-equivocación, pero adoptado, sin el recurso del velo sobre la carta, por parte de alguien que se confiere el atributo del saber, y por lo tanto impide al Uno oculto en el rasgo de la una-equivocación ir a la búsqueda de su Otro”. Eso como la única forma de saber que ese significante no estaba allí de antemano y por tanto posibilita un lugar nuevo.

Concluye con una precisión en la intervención: La intervención del inconsciente en el sentido Freudiano, la cadena de significantes, en un encuentro primer S1, como una equivocación, que enlazará con un ------S2 o operar con una palabra como un destello, como un chiste, como la poesía, witz, algo nuevo en el decir, operar con una palabra para otro uso para el que ha sido utilizada. Localizar ese significante y operar con el produciendo ese efecto de destello. FAMILLONARIO!!

Para concluir:

¿Está fundada, sí o no, esta relación del niño con los padres?

Sí y es el rasgo de Una-equivocación lo que marca (funda) la familia, la relación del niño con los padres y de los padres con el hijo. “Una equivocación contra la norma: sí es posible”.

En un circulo dos seres hablantes -- un significante-- Otro circulo un hijo Una-equivocación

Plus de Goce/Deseo

RESPONDER AL NIÑO DEL MAÑANA. Eric Laurent


Es porque el niño es un cosa valiosa por lo que se vuelve en algo raro”. Freud, se dio cuenta de la causa: el niño es raro pues es lo que los padres tienen como más precioso y valioso, “el ideal del yo”. En la economía, las cosas son valiosas porque son escasas, el niño pone en cuestión los principios de la economía pero en este caso resulta a la inversa.

El niño es también objeto pulsional y tendrá que lidiar con su deseo, la carga de defensa que ello implica y en tanto sujeto no escapa de la pulsión de muerte. El niño es una ficción, es “ideal” por lo que da lugar a todos los síntomas que comporta el deseo de niño.

El niño se convierte en un objeto de lujo, se quiere UNO más allá de toda biología (técnicas de reproducción asistida, adopciones, programas para ser madre soltera…). Se puede tener un niño cuando se quiere, y este hecho va ligado a la despoblación. EL SIN FIN DEL FIN. Por la baja demografía en las sociedades desarrolladas, el niño se ha vuelto según Eric Laurent algo “escaso”, raro.

El deseo de niño se convierte en una exigencia, inmediatez, inquietud, la angustia no se ha apaciguado. Queda lejos la planificación familiar. La píldora se queda corta frente a todas las enfermedades de transmisión sexual.

Preservativo, píldora del día después, el nuevo pack. Ya no hay futuro, lo que prevalece no es más que el instante. El deseo de niño queda aparejado a un dispositivo renovado en el Otro de la época de las políticas de natalidad organizadas. Nuevas “familias” nuevos marcos legales, protocolos para ser madres solteras...

LAS FICCIONES Y LO REAL

El niño se convierte en algo raro pero la ficción narrativa se multiplica. Actores jóvenes, maniquíes publicitarios, exaltación de la eterna juventud, niños que parecen adolescentes (cuerpos idealizados), listas de recién nacidos, talleres de porteo, colecho, lactancia a demanda hasta….

La narrativa post moderna con respecto al niño cubre todo el espacio con ficciones noveladas, televisión, pantallas, juegos de rol. El niño esta aparejado a una trama ficticia narrativa que le invade como nunca. Le amplifica todos los elementos que la ficción edípica no puede transmitirle. Poco se puede escuchar de poesía en el juego del niño. Cada vez más elementos imaginarios deslumbran al niño cegando y y obturando en cierta medida su creatividad y capacidad de simbolización.

El psicoanalista recoge las ficciones producidas por el niño para situar el lugar real que él ocupa, en todas estas ficciones que le son ofrecidas y en las cuales en momentos se pierde. Es importante localizar en este imaginario invasor lo real que está en juego.

¿En qué lugar se sitúa como falo, como objeto, como síntoma, como verdad, como fantasma?

Si el niño actual es devorado, aspirado por la ficción imaginaria, es porque intenta ubicarse en los reajustes ficticios a los que está sometido.


Son de dos órdenes:

  • Reajustes de la ficción del niño en tanto que sujeto de derecho.

  • Reajustes de la ficción del niño en tanto que producto del matrimonio.

Desde la inscripción del niño en los derechos humanos. El niño queda inscrito en unos derechos que están más allá de aquellos que determinan la filiación y que le son de un orden superior. El estatuto contemporáneo del niño está ligado a las reorganizaciones del matrimonio como contrato. Los estados deben inventar nuevas iniciativas para favorecer la natalidad, nuevos marcos legales. Nuevas parejas, madres padres solteros…

EL NIÑO Y EL SABER

Lo que se retiene del niño es menos la poesía que el saber.

Vuelve a nuestro mundo de manera inédita el niño como objeto de saber, como objeto de consumo ¿cómo educarlo? ¿Cómo educar al niño salvaje de hoy, cómo tener recetas eficaces?

La hiperactividad, como ejemplo que está en la intersección de la escuela y de la clínica y que se impone como novedad. Designa al niño cuyo cuerpo se niega el saber, el niño cuyo cuerpo ni puede estar suficientemente inmóvil para ser modificado por el saber.


Este niño está destinado a ser objeto. Se quiere saber todo sobre él. Mapas de genomas… justificaciones cerebrales… nuevamente la economía, el comercio, los medicamentos. Los niños al servicio de la economía.

De ahí la idea del niño como objeto de goce. El psicoanalista debe articular tantas respuestas posibles como maneras hay de captar al niño y su goce.

Tenemos que situar al niño y a lo real en su lugar a través de las ficciones que le ocupan y de las que produce. Le situamos en el fantasma, en el síntoma, en el falo, en el objeto.

En Dos notas a Jenny Aury, Lacan distinguirá el niño como “el síntoma familiar” y el niño “objeto del fantasma materno”.

El síntoma del niño está en posición de responder a lo que hay de sintomático en la estructura familiar. El síntoma como representante de la verdad.

La articulación se reduce mucho cuando el síntoma que llega a dominar compete a la subjetividad de la madre, ahí el niño está involucrado como correlativo de un fantasma. Sin mediación (nombre padre) el niño queda expuesto a las capturas fantasmáticas, objeto de la madre.

LOS PARADIGMAS DEL NIÑO

Curso dictado en 1999 por Miller que aparecerá en el libro “El lenguaje aparato del goce”

Según Andrea Hernández, los seis paradigmas del goce, son seis escansiones (medida de versos) temporales, cronológicas, que Miller produce con la obra de Lacan. Con estos paradigmas, Miller intenta ordenar los diferentes momentos de la enseñanza de Lacan respecto a la doctrina del goce, proponiendo en

cada paradigma una noción distinta de goce. Miller llama a estos paradigmas “Fotogramas simplificados”


Definen cada vez un lugar del niño, un lugar del psicoanalista y una respuesta que este puede dar al niño.

  1. IMAGINARIZACIÓN DEL GOCE

El goce imaginario es entendido como un obstáculo, como barrera a la elaboración simbólica. No procede del lenguaje, de la palabra, de la comunicación, sino que está unido al yo como instancia imaginaria.

Lacan introduce la disimetría en la relación sujeto a sujeto ya que los dos sujetos, en su función no son equivalentes (el analista, escucha, puntúa, decide sentido).desciframiento simbólico, otorgamiento de sentido.

En la vertiente de la palabra Lacan desarrolla la intersubjetividad i en la vertiente del lenguaje, pone el acento en la autonomía de lo simbólico (la cadena significante así como vuelve sobre el Otro tiene su propia lógica).

Sería la posición del analista en tanto que define el marco del Edipo como marco simbólico permitiéndole así interpretar el fantasma imaginario que se le desvela en la medida que transcurre la dialéctica de la transferencia. Para deshacer identificaciones

  1. LA SIGNIFICACIÓN DEL GOCE

Asistimos a la transposición de lo imaginario en lo simbólico. Las pulsiones, no solo se estructuran en términos de lenguaje sino que la pulsión se inscribe a partir del sujeto simbólico, de la demanda. De un término eminentemente simbólico..

El goce está repartido entre deseo (de la demanda inconsciente que es al mismo tiempo deseo muerto) y fantasma (donde se contrae todo lo que el goce comporta de vida). Este fantasma comporta la vida, el cuerpo viviente por la inserción del pequeño a.

La llave es la puesta a punto del falo, consiste en poner a punto una versión del falo, en analizar la identificación fálica del niño (deshacerla para permitirle acceder a una representación de su sexuación).

  1. EL GOCE IMPOSIBLE COMO REAL

El goce imposible que quiere decir el goce pasa a lo real. El goce conectado al horror. La satisfacción, la verdadera, la pulsional no se encuentra ni en lo imaginario ni en lo simbólico, está fuera de lo que está simbolizado, es del orden de lo real. Deseo y fantasma ni saturan aquello de lo que se trata en el goce. Se encuentra forzado a echar al goce fuera de lo simbólico y de lo imaginario en lo real. La cosa es el Otro del Otro exactamente en tanto falta en el Otro.

El niño psicótico el héroe de esta modalidad de goce. En la psicosis la invasión de goce. Sus significaciones de goce se encuentran separadas del Otro.

La respuesta del analista consiste en no interpretar en el nombre del padre y, sin embargo, proceder a la construcción de una metonimia delirante a partir de este Otro del Otro que es la invasión del goce.

  1. EL GOCE NORMAL (goce fragmentado)

Del goce fragmentado al goce normal. “El objeto a es simplemente la presencia de un hueco, de un vacío. En este paradigma se forja una alianza entre el significante y el goce. La finalidad de los dos mecanismos de Alienación y Separación es la articulación estrecha entre lo simbólico y el goce.

Alienación, está hecha para unificar dos conceptos identificación y represión. Separación, conlleva el funcionamiento normal de la pulsión en tanto que responde al vacío que resulta de la identificación y de la represión, la pulsión se define como un hueco.

Se trata, frente a la fragmentación del goce alrededor de las zonas erógenas, de elaborar con el niño una versión de la lista de objetos a. Es por el establecimiento de la puesta a punto de los trayectos pulsionales por lo que el niño de separa de la madre.

  1. EL GOCE DISCURSIVO

Consiste en deducir esa falta, ese agujero de goce a partir del significante. Pérdida de significante de goce. Introduce el objeto a como plus de goce, como suplemento de la pérdida de goce. El goce como das ding, es pensado como un lugar fuera de lo simbólico.

La función de plus de goce en Lacan, tiene por función extender el registro de los objetos a, a todos los objetos de la industria, de la cultura de la sublimación, lo que abunda en nuestra sociedad para causa nuestro deseo y taponar la falta de goce

Es el goce en tanto que está inscrito en un dispositivo más allá del Edipo. Pone el acento sobre el saber, sobre el niño dividido entre el significante amo y el saber. Se trata de analizar los significantes amo que lo son para ese niño. Con el saber que se elabora sobre estos significantes es posible despejar con el sujeto la articulación de los Nombres del Padre a los cuales esta aparejado en su pluralidad.

No es el fantasma el que está en primer plano, es más bien el sinthoma. El lugar del analista es tiene que facilitar el elaborar una versión del síntoma con el niño y evaluar cómo en el curso del análisis el sujeto se ha identificado con el síntoma. Fin análisis en niños alrededor de una versión del objeto a en tanto que elaboración del síntoma.


  1. LA ARTICULACIÓN DEL GOCE Y DE LA NO RELACIÓN

(inversión de todo el recorrido de Lacan)

Este paradigma se funda en la no relación del significante y del significado, del goce y del Otro, del hombre y la mujer, bajo el modo de no hay relación sexual. Representa dos círculos eulerianos (un camino que pasa por cada arista una y una sola vez) cuya intersección está marcada por un vacio

El punto de partida, no es “no hay relación sexual”, al contrario HAY. Hay goce. Goce Uno, goce sin el Otro. .

Uno, es decir, prescinde del Otro. Versiones del goce Uno-el lugar del goce, es el propio cuerpo, es siempre el propio cuerpo que goza a través del medio que sea.

El goce sexual, el goce del cuerpo del Otro sexo, esta especificado por una no relación.


El analista en la puesta en marcha del discurso analítico funciona como punto abrochamiento. Se trata a partir del niño productor de ficciones y producto de ficción, de responderle en nombre del único real que está en juego. De permitir al niño leer el real de las ficciones. El psicoanalista es aquel que debe poder autorizarse del único real en juego en sus ficciones. Por ahí podremos captar cómo el niño se inscribe en el malestar de la civilización, cómo se hace agujero y cómo esta civilización lo mantiene él la mantiene en vida.